Portada del nuevo poemario de Samuel Zamorano Cauto. |
«Voy a escribir que
ya lo perdí todo, y voy a escribir también que tengo todo lo que más amo. Que
alguna vez tuvo mi vida esperanzas de nada, y que hoy va en mi vagar lo mejor
de mi vida».
Sirvan estos versos de Sólo si la vida es
salvaje para fijar las coordenadas emocionales de quien lo firma, que se debate
insistentemente entre la fiebre de ese ayer que proscribía la dicha y el
luminoso calor presente. Lo que queda entre medias no se sabe muy bien si es
melancolía en sangre viva o el loco deseo de seguir siendo este sin dejar de vivir
en aquel. Se recordaba Cernuda a sí mismo: «…Aquel
fui, aquel fui, aquel he sido». Recojo ese verso imperecedero para
entregárselo a Samuel Zamorano Cauto, no sin antes añadirle otro de cosecha
propia: «Aquel soy, aquel sigo siendo».