miércoles, 27 de junio de 2018

Un tal Fito de Hamelín

Fito Cabrales en el tajo.


Con un concierto eminentemente guitarrero (y saxofonero), con derroche de artistas invitados, Fito y sus magníficos Fitipaldis les alegraron la noche a las cerca de 15.000 personas que acudieron al WiZink Center

Lo que Fito Cabrales hace sobre un escenario no es tocar (y eso que tocar, joder, toca mucho) ni interpretar sus canciones (por más que estas tengan una huella digital inequívoca). No. Si se trata de escribir con propiedad, lo que Fito hace en escena con sus instrumentos (guitarra y voz) es arrastrar a la gente, llevársela al huerto de la dicha, hipnotizarla. Desde el primer segundo del concierto de anoche en el WiZink Center, cuando apenas habían transcurrido cinco minutos de la hora fijada, hasta su conclusión, dos horas y media después, Fito tiró del público igual que un niño ensimismado y felicísimo tira de su cometa. Y aquel se dejó llevar por ese falso niño sin oponer la más débil resistencia y disfrutó del vuelo como un niño más.

domingo, 24 de junio de 2018

La inclemente España o la insana afición a derribar mitos

El percance que Sabina sufrió hace unos días en Madrid, y que le obligó a acortar su concierto antes de tiempo, ha vuelto a poner de manifiesto que este país, ante el menor desliz de un popular, célebre o famoso, tira con bala explosiva. Da igual que luego se haya sabido que la afonía que se adujo para no continuar, y de la que tantos desconfiaron, era, en efecto, una «disfonía aguda consecuencia de un proceso vírico», diagnóstico que ha propiciado la cancelación de las cuatro últimas citas de la gira Lo niego todo. Y digo que da lo mismo porque aún son legión quienes insisten en que el cantante y compositor, dado su salvaje historial, seguro que la noche anterior a la actuación, en vez de ser un buen chico y cuidarse, estuvo imitando a Al Pacino en El precio del poder, y por ello debería devolver la pasta a los insatisfechos asistentes sí o también. Porque, como digo, aquí, en España, patria querida, tonterías las justas. Pues lo de darle leña al mono hasta que aprenda el catecismo es nuestro himno oficioso.

miércoles, 20 de junio de 2018

Sabina tenía razón. Sabedlo

Joaquín Sabina retratado por el fotógrafo Javier Salas.


Se cancela el resto de la gira ‘Lo niego todo’ debido a una «disfonía aguda» que le exige al cantautor un reposo de 30 días, lo que confirma que el concierto que interrumpió en Madrid fue el abismo insalvable entre querer y poder
                                                                                            
Después de la inopinada finalización del concierto de Sabina, el pasado sábado 16 de junio en Madrid, a la hora y media de su inicio, las redes (in)sociales, plagadas de justicieros de gatillo facilísimo, no tardaron en practicar uno de nuestros más infames deportes: trocear el árbol caído. Cientos de killers parapetados bajo viles seudónimos, le brearon de lo lindo. Y ahora resulta que Joaquín, el pobre, tenía razón.

Iñaki Antón: «No siento que yo pueda ser alguien tan importante, y quizá eso me libere de mucha presión»

Iñaki Uoho Antón. (Foto: María Martín Pareja.)


Son numerosos los títulos que Iñaki Antón (Bilbao, 1964) ostenta. Fundador de Platero y Tú. Responsable, junto con Roberto Iniesta, de la música de Extremoduro desde hace más de dos décadas. Guitarrista excelso y, en suma, leyenda viva del rock español. El grupo que creó en 2006, Inconscientes, acaba de publicar su tercer disco de creación, No somos viento, compuesto de nueve canciones poderosas, sólidas, puro rock. Un trabajo coherente que reivindica a los clásicos y se desmarca del pop teñido de rock de diseño que manda hoy día en las radios. Fito Cabrales, Kutxi Romero (a quien las letras le deben mucho) y Carlos Tarque han dejado su impronta vocal en él. 

martes, 19 de junio de 2018

Y sin embargo, Sabina se rompió

Joaquín Sabina en pleno quejío.


En un WiZink Center al límite de su capacidad, Sabina sufrió una afonía y hubo de dar por finalizado el concierto tras interpretar una docena de canciones

Anoche, en Madrid, a Sabina le pasó lo peor que le puede suceder a un cantante en plena faena: quedarse sin voz. Anoche, al público entregadísimo y ávido de Sabina que colmaba el WiZink Center (más de 15.000 personas de varias generaciones), le pasó lo peor que les puede suceder a quienes asisten a un concierto: que el cantante se quede sin voz y, a la hora y media escasa de su inicio, se enciendan las luces y se les anuncie que la fiesta ha llegado a su fin.

miércoles, 6 de junio de 2018

Claro que sol rima con rocanrol

Rulo, flanqueado por sus compinches Pati (izqda.) y Fito, en un momento del concierto.

Con un luminoso concierto ‘after hour’, Rulo y La Contrabanda clausuraron la gira ‘Objetos perdidos’ en un Teatro Nuevo Alcalá que rozó el lleno 

Resultaba un tanto extraño. Todo estaba oscuro y sobre el escenario, dispuestos en línea, cinco músicos concentrados, entregadísimos, ofrecían un concierto de rock. El público bailaba y cantaba (se las sabía todas, qué bárbaro), gritaba, se despendolaba. Era, en suma, feliz por unas horas. Y el arriba firmante habría jurado que eso solo podía darse bajo el mandato e influencia de la luna.

Pero no. En el exterior del recinto un sol primaveral coloreaba las calles, y en un Madrid anárquico y bellísimo por, entre otras cosas, su natural anarquía, la gente compraba el pan o el periódico, o desayunaba tardíamente en una vivificadora terraza.